Es lo bueno del invierno

Lo bueno de invernar en verano es que por lo menos hay alguien que se alegra del "veranazo", lo cual me está resultando difícil incluso a mi; ese alguien son mis chichos claro, porque un día como hoy no pasan tanto calor, já, qué ingenua, no tanto sino que directamente no pasan calor. Hoy, que sólo ha llovido, el cielo no ha hecho otra cosa que mandar agua y más agua. Ah, me olvidaba, y viento, también hay viento para exportar al país que lo quiera...

Foto de un típico 22 de julio a las siete y pico de la tarde, claramente verano como se puede ver...


Lo cierto, es que les dejo la puerta entreabierta, y si llueve mucho, mucho, la cierro. Así está transcurriendo esta tarde: los chichos salen, juguetean por ahí y de repente, el diluvio universal..., los llamo, los meto, los seco, y sigo en mi mesa. Vaya, parece que amaina, vuelvo a abrir y la dejo abierta, entran y salen y me olvido de ellos. Vuelve a diluviar, chichos pa´dentro!!!, y entonces me falta una, y digo dónde estará esta tía que se estará poniendo como un pingo... y oh! sorpresa... haciendo uso de mi sillón verde!!!!... con esa cara, fui incapaz de reñirla y no reír... me tiene ganada la jodía.