Hoy

Volumen al máximo, play y ...

Hace un día azul, azul y con un calor tremendo, dormí bien y de un tirón aunque no demasiado porque la noche de ayer estuve cenando con unos amigos y no me acosté temprano. En cuanto me despierto sólo veo personas entrando y saliendo, y hablando solas y/o entre sí; suena el teléfono cada minuto, aaaaaaaaaaahhhhhhh locura colectiva, total que me digo: stop, me voy, sí, sí, me voy en mi cochecito a la peluquería, tranquilamente... ¡¡¡¡con lo que desestresa ir cantando a grito pelao!!!!, antes, cierro la maleta y la meto en el maletero junto con mis flores y así ya no tengo que volver a nada más. Adiós, en unas horas nos vemos! Pero cómo, vas a ir tú sola, pero y cómo vas a ir directamente, y con quién, pero, pero, pero… Arrivederci!

Y me fui, me peinaron, recogí a mi amiga y salimos directamente a este preciosísimo Parador situado en esta esquina privilegida...del planeta?...

Con ese mar, otra vez de testigo, que entra por las ventanas como si fuera brisa, que nos observa sin decir ni mu y nos tiene rodeadas como puede verse, desarmadas incluso -el mar, en cantidades industriales de belleza, me deja sin palabras-; allí mismo, descuelgo el vestido, me calzo mis taconazos, me coloco abalorios varios... Todo esto, fumando mil o dos mil cigarrillos en un par de horas, muertas de risa y de nervios… cada minuto que pasa, más nervios y más risas...

Y así lo recuerdo cada año, hoy hace ocho. Fue una fiesta preciosa y muy, muy divertida. Realmente, aunque el resto creía venir a una boda, nosotros dos lo que celebrábamos era haber tenido la suerte de encontrarnos hacía cinco años ese mismo día. Me casé bien feliz, y sigo así, con mi in-law, claro.

Pause. Time after time