Algunas veces toca...

Hoy me he llevado una alegría profesional enorme. Me han dado la razón en un asunto y cuando me enteré tenía ganas de gritar de alegría. Mis alegrías, cuando son muy grandes o me aportan mucho, tengo que gritarlas, sé que puede sonar extraño, pero es como si se me escapasen hacia fuera, como que se me desparraman. Vaya, que contenida: cero patatero. Fíjate cómo me alegraría que mi compañera al oírme creyó que me había tocado la lotería ... En este caso me dejé el ojo y muuuuchas horas buscando opciones y/o soluciones por aquí y por allá, así que necesitaba un éxito, tantísimo… me llega en un momento ciertamente delicado, por la crisis económica y sobre todo por los dilemas profesionales. Algunas veces necesito un palmeo en el hombro, como hoy.