domingo, 22 de agosto de 2010

Y así.

El domingo discurre. Lo cierto es que por fin, desde el 31 de julio, volví a meterme en la cocina como me gusta: hasta arriba de cacharros, platos, tupper para la semana, pan... Eran las once cuando entré, las tres de la tarde cuando cerré el chiringo. El protagonista no es otro que el calabacín XXL que me dio mi vecina, ya lo he fotografiado en otras ocasiones, y por poner un límite, tenía en casa cuatro del mismo tamaño. La opción no existió. Platos con calabacín o platos con calabacín. Así que ayudada por mi thermo querida, me enfrasqué por orden en: crema de calabacín, ocho raciones; pisto, otras ocho; lasaña de verduras (calabacín de estrella, of course), una. Y pan como para una boda: diez chapatitas y dos bollas. La harina me llegó al alma mía.

Antes que cocinera fui la opuesta de la bella durmiente y a las siete y media de la mañana mi cabeza seguía con Vila y Chamorro, con quien por cierto, me acosté; su última novela apagó la luz pero también la encendió,  La estrategia del agua se llama. La terminé con hondo penar y, de paso,  su saga. El otro día me decían, Teresa desde su ventana en concreto, que de las mejores de la serie era La niebla y la doncella, no sólo lo afirmo sino que lo absolutizo: es la mejor; puedo hacerlo porque para gustos no hay nada escrito y, entre mis gustos, no comparte premio ex aequo con las otras, que me han gustado mucho la verdad, pero ésta más, absolutamente. Conste que esta última, la estrategia..., es real como la vida misma, profesionalmente he vivido la contradicción entre proteger y vulnerar, igual alguien lo lee: no destripo nada más. Por cierto, cómo se pueden contar en las sinopsis datos que luego se revelan en la mitad de la trama??????? así uno ya va sobre aviso!!!!, qué horror; ya hace años que decidí que sólo leo la primera línea de lo que dicen, más que nada por tratar de situar el género si es que tengo tiempo para ir de libros y buscar, si no, me guío por las recomendaciones de quien no me ha defraudado, Moli por ejemplo. Recomendar no es contar la historia, es una impresión de lo que te ha parecido, de la temática, género. Nada más.

Total que ahora me planto en domingo, sin poder ejercitar las recomendaciones: tiendas cerradas- peticiones de santo procesadas a la espera de ser servidas, y sin más biblioteca que la exigua propia, aún así seleccioné mil, a saber: Volavérunt de Antonio Larreta, El laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza, El invierno en Lisboa de Muñoz Molina y los Mares del sur de V. Montalbán. Estoy detectivesca. Del bombo extrajo la suerte ésta última, y ahora me dispongo a maldecir con el mítico. Carvalho, claro. A ver cómo se nos da la tarde.

6 comentarios:

Alegría. dijo...

Pues a disfrutarla, minuto a minuto...
Yo me voy al cine, con inmejorable compañía. Lo mío mucho más mundano y movido: "Salt". No la hubiera elegido por mí, pero de vez en cuando, la compañía es más importante que lo demás, y visto el tráiler, está aceptable, creo.
Del calabacín, mejor no hablemos, porque me pirran las verduras, además del pescado y la carne (menos) y me ha entrado un hambre al leerte a las 18,00, peligroso.
Un secreto: cuando me hago con un libro y ya es mío, leo las primeras páginas, y acudo al final, jajajajajaja. Mi atormentado interior, no soporta llegar hasta éste, sin estar "preparada" para lo que viene, jajajajaja. Un defecto como otro cualquiera.
Un beso dominguero.

coro dijo...

Tiene buena pinta sí. No me digas que desvelas el final?????? jajajajja, sería incapaz, no digo que a veces esté tentada pero freno mis instintos al minuto!!!! Un beso y que tengas buena semana

molinos dijo...

"La caja negra" de Amos Oz..no dejes de leerlo.

El laberinto de las aceitunas es muy divertido y El Invierno en Lisboa a mi me gustó mucho, lo recuerdo con cariño..pero lo leí hace muchos años.

coro dijo...

Moli, como buena descerebrada seguidora te diré que la caja negra está de número tres de la lista de peticiones para el próximo regalo, de segundo El último encuentro de S. Márai. Mira si soy aplicada! Después de Todo cuanto amé, decidí creerme lo que dices.

molinos dijo...

Ohhh...¿ te gustó Todo cuanto amé??

coro dijo...

Pues fíjate, sí, no sólo eso, me asaltan todavía algunas escenas y eso que lo leí hace unos meses... me veo todavía con la boca abierta cuando llegué a la mitad, literal eh?, de repente me di cuenta que llevaba no sé cuánto tiempo así. Me costó algo seguir las pinturas-esculturas-construcciones. Aún así, me quedé pensando en él desde entonces.