Coro? Caminando?

Hace muchos años, en mi adolescencia, leí un libro en el que una de las protagonistas se llamaba Coro, su historia me impactó en su día, supongo que fruto del propio pavazo de los años, pero ha sido un nombre que he tenido siempre presente y no sé muy bien por qué: ahora ni siquiera la recuerdo muy bien y no la quiero volver a leer para que no pierda el significado que le he ido dando con los años. Total, que me puse a pensar en el nombre de un blog, y en el mío propio, y me vino a la cabeza inmediatamente aquella coro que conocí en aquel libro y, por eso, me bauticé como tal, pensando más bien que, si ponía mi nombre real, no iba a ser capaz de contar todo lo que me diera la gana, básicamente porque no suelo ir a nadie con mis cuentos, salvo a mi consorte, obvio.

Lo cierto es que cuando empecé a escribir aquí, pensé que no iba a durar mucho, además de por lo anterior, por lo super vaguísima que soy y porque no iba a encontrarle el punto a esto, no le di a nadie la dirección pensando en que así sería más sincera y me dije, escribe unas líneas como coro y a ver qué pasa... y así hasta hoy. Mato dos pájaros de un tiro: seguridad y pudor.

Lo de caminar, sin embargo, no tiene historia, ni ciencia, ni pudor, ni seguridad. Nada. Caminar es lo que hacemos a diario, o trato de hacer en mi caso, y tan natural me pareció que aquí estoy, corocaminando.