Berlín está para entrar a vivir, como los pisos nuevos. Qué ciudad.
Es una ciudad que me ha dejado de piedra. Las ciudades a las que, después de visitar, me iría a vivir sin dudarlo son las que me dejan así. Ésta además te conmueve: cómo se puede superar tan bien un pasado tan horrible. Son protagonistas de la historia y sus huellas están repartidas por cada adoquín y cada ciudadano, realmente cuesta sonreír en según qué monumentos.
Es una ciudad que me ha dejado de piedra. Las ciudades a las que, después de visitar, me iría a vivir sin dudarlo son las que me dejan así. Ésta además te conmueve: cómo se puede superar tan bien un pasado tan horrible. Son protagonistas de la historia y sus huellas están repartidas por cada adoquín y cada ciudadano, realmente cuesta sonreír en según qué monumentos.
Recién llegada sólo me apetece hablar de Berlín, leer de Berlín, me apasiona su historia y la ciudad te la va mostrando casi en cada edificio, o sin casi, todo es producto de la reconstrucción o de la construcción sobre restos que aunque algunos ya no estén, se sienten en cada nuevo cristal colocado. Es alucinante. Me ha sorprendido tanto. Su historia la conocía en parte, su arquitectura moderna no, y es de lo mejor que he visto en años, la cúpula del Reichstag (Parlamento) de Norman Foster es espectacular, insisto, que la cola no desanime: merece la pena con creces.
Lo imprescindible además de las guías ya lo ha contado Moli aquí y aquí, incluso aquí, me llevé sus recomendaciones tipo guía y han resultado ser fantásticas.
Añado alguna cosa más como coger un barco en la isla de los museos cuando se está poniendo el sol, los poco dados a circuitos turísticos ni nos acercaríamos pero, en ocasiones, lo muy turístico no está mal: es genial ver lo que queda del sol al final de sus horas entrando por todos los cristales que recorren la ciudad, y por las hojas de los árboles en la ribera del río Spree, por el que discurre el circuito de una hora en el barco en el que nos sumergimos acompañados de muy pocos osados, hacía un frío peludo.
Por cierto y por si fuera poco, el otoño en Berlín es otro espectáculo llenito de colores.
En fin, tengo miles de letras sobre el día a día, comidas, bebidas, transportes... lo preparo con calma y lo cuento y lo enseño con alguna del millón y medio de fotos.
7 comentarios:
No puede ser,....ya me has metido el gusanillo y tengo que centrarme en los puñeteros iva, y voy a estar pensando en tu viaje, me alegro que hayas desconectado.
Mucho.
Por cierto te voté en bitácoras!!!
Pues no me tiraba nada, la verdad, pero después de leerte y ver las fotos, no sé si cambiaría de opinión. Esperaré a las siguientes entradas.
Un beso de lunes.
Anda Su, qué ilusión, ni había pensado que podía votarse por cualquier blog. Ya solo quedan un día e IVA terminado, ánimo.
Te digo que te sorprendería Alegría, es genial.
Un beso.
amo Berlin!!!! es una ciudad que uno no se imagina lo linda que es!!!
Que bellas fotos Coro! que lindo viaje!
Pero que bonito!!! ahora necesito ir a Berlín YA y yo sin poder moverme de la cama!
Que bonito, que bonito.......
Gracias, coro, por el brindis y por el "pero". Hartita estoy, pero seguiré dando guerra. Un beso y gracias por tu compañía y honestidad.
(Ando con migraña)
Un beso.
que bonitas fotos!!!!...Berlin es maravillosa...una ciudad para vivir. Hay pocas de las que se pueda decir eso.
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