viernes, 19 de febrero de 2010

Años y primeros encuentros

Me atacan los años. De repente, me doy cuenta de que lo que más me gusta de una persona cuando la conozco por primera vez es que sea educada, hablando, comiendo, estando... ser educada, no le pido más, ni mucho menos. No es necesario que haya estudiado buenos modales en un exclusivo colegio en Suiza, ni saber de protocolo más que la casa real, ni ser un dandy, no, sólo necesita ser educado/a. Hoy por hoy, la buena educación, en buena compañía, por ejemplo de una sonrisa, es en lo primero que me fijo, ríete tú de aquello tan manido de la mirada, las manos, el culo, los ojos... las personas mayores como yo, ya solo estamos para los educados.

Ayer me dí de bruces con dos espécimenes contrarios, eran como una clase práctica de antónimos en vivo y en directo:
Ella1 me facilitó tooooodo, me copió lo que quería, como lo quería, y me fió porque me había dejado la cartera en el coche, nada extraordinario: sólo educada, amable, buen tono, encima hasta me sonrió, rectifico: extraordinaria.
Ella2, ni me miró, que qué le pongo, me gritó, ay perdona es que estaba tratando de elegir el que tenía mejor cara, todo está bueno aquí eh?, ya mujeer pero... (pero qué coño hago explicándote nada so borde)... suspiré maldiciendo mi casi siempremetocabailarconlamástonta, siguió poniéndome las cosas con toda su gracia y salero: hala, el jamón esparcido por el papel; hala, de la fuerza con lo que lo tiró a la báscula casi se cae; hala, cierra el paquete para el enemigo... Así de bien y de fácil, en unos minutitos, ya hice una amiga más en el mundo.

En fin, tiene que haber de todo, pero yo si puedo elegir, me quedo con los educados/amables/sonrientes. Luego, si tiene unos ojos bonitos, unas manos cuidadas, un pelo limpito, un bonito trasero (caso de educado en formatochico)... hombre, sí, mucho mejor. Conste que lo del culazo... no es para mi, soy más de cara que de culo a primera vista.

1 comentario:

Ainhoa dijo...

Cuánta razón tienes Coro. Es que hay veces que parece que estás tratando con animales salvajes en lugar de con personas. Con lo poco que cuesta ser un poco amable. Cuando me toca tratar con gente así suelo pensar que tienen un mal día, lo que no les da derecho a ser desagradables, pero me niego a pensar que pueda haber gente que sea así siempre.