viernes, 10 de julio de 2009

Ummm...

El verano me encanta. Hago mucha más vida, hablo más, río más, como más también o digamos que tengo más cenas/comidas con más gente y con más cantidad de cosas que las que ceno/como habitualmente; bebo más agua, más refrescos, más cervecita, sangría, un tinto… Todo es más en verano. Y en agosto, que además de verano son las vacaciones… todo es re-más, dormir, leer, bailar, pasear, nadar…Sí, está claro, el verano me encanta.

Con todo, hay un top 10 de cosas del verano que me dejan un sabor especial y distinto al resto del año porque sólo lo hago ahora. Este verano aún no me ha tocado de lleno, lo inauguré hace un par de fines de semana pero por unas cosas de trabajo y otras tristezas, no he sentido aún esa sensación que sólo siento en el verano. Hasta ayer, que hice una de las que más me gusta, una de ese top ten y, hoy, que voy a hacer otra de la misma lista.

En el verano mis padres vienen a una casita desde junio hasta finales de septiembre que está a un paso de la playa. Es un lujo llegar a esa casa y decir, "hola, vengo ahora, voy a darme un baño al mar…" Eso es lo que marca la diferencia para mi, el mar tan cerca, tan cerca que lo tocas casi estirándote un poco desde la silla. Y luego, como mi familia es tan de aperitivos, de comidas, de organizar una cena a base de tapitas ricas -sobre todo en esta época del año, claro, porque en la ciudad comemos juntos cada quince días aprox- … pues es otro lujo. Así fue ayer que, a tiro de jueves, a eso de las ocho de la tarde, agotados laboralmente, acalorados, decidimos bajar a verlos, el kitfamiliar completo: mi in-law&chichos y yo; y rápidamente mi padre organizó una cenita deliciosa, un poco de jamón ibérico, un pan tostado, unos taquitos de queso, una piriñaca con su cebollita, pimiento verde y amarillo, tomate y atún, fresca, fresca, una mini tortilla de patatas… de-li-cio-sa cena.
Encima, siempre tiene vasos fríos en el congelador, así que nos sirvió unas cervecitas bien, bien, frías con unas aceitunas mientras él iba preparándolo todo, y claro, sentí estar en la gloria...
Los chichos sin parar de correr detrás de víctimas distintas de las que ven a diario. Mi in-law con su vestimenta preferida: bañador y camiseta, y relajado, muuuuuuy relajado, y yo, charlando tranquilamente, sin un plato que preparar, una taza que recoger, un tenedor que limpiar, mente en modo conjunto vacío… vida, sí, esto sí es vida.

5 comentarios:

Celes dijo...

Por un momento me ha parecido verte...

Feliz verano.

Bsss

Miriam dijo...

Asi me gusta, disfrutando de las pequeñas cosas... Un beso!

Lu. Mamá, psicóloga, blogger. dijo...

Sí, qué rico!
Cuando voy a casa de mis papás es muy parecido, pero no me conviene estar mucho por ahi porque como mucho. Es que el relax!

Un abrazo,

Lu

Unknown dijo...

Como sufres no?????
Me estas empezando a caer mal ;)
(me muerdo de la envidiaaaaaaaaa)
besotes grandeeeeeeeeeees!

coro dijo...

Buen fin de semana a todas, a sufrir se ha dicho, já!!!!! Muchos Besos