martes, 25 de noviembre de 2008

Se invirtieron las tornas, já.

No es tan fiero el león como lo pintan. Eso es cierto, pero es león, así que una le teme. Y luego, lo tiene delante, y hasta le ve el lado manso. Conclusión: el lunes me imponía pero al llegar, fue un día normal, lunes ocupado, nada más. Me fui de casa a las ocho y media de la mañana y volví a las diez de la noche, la única pega es que no se celebró la reunión y se pospuso para la semana próxima, pero claro, me quedé allí hablando un rato hasta las nueve y pico y se me hizo algo tarde para volver a casa. Por cierto, cuando me pasa esto de no ir por casa en todo el día, vuelvo por la autopista sólo pensando en mis zapatillas, mi pijama, estar calentita con unos calcetines gordos si pueden ser horteras mejor, digo, con lunares, o líneas de colores..., horteras vaya, y sobre todo, ver a in-law&chichos... ummm, voy saboreando la llegada...

Ayer se invirtieron las tornas, normalmente soy yo la que preparo la cena porque trato de acabar pronto de trabajar, a las siete, y cuando llega J. ya estoy lista para cenar, muerta de hambre. Y claro, él quiere descansar un poco, charlar, tomar una cervecita fresca con unas aceitunas, con calma, y luego cenar; además, le mata recoger la cena, prefiere dejarla hasta el día siguiente y tomar el sillón como un trono... Yo le voy apurando, por hambre y porque ya me quiero sentar, le saco los platos de delante, quiero recoger la cocina para que no quede al día siguiente... en fin. Peeeeero, ayer tomé de mi propia medicina, él me recibió como yo normalmente a él, con su mandil, ya estaba listo para cenar, todo recogidito en la cocina, si yo cogía un plato me ponía cara de "luego lo meterás en el lavaplatos", y venga, vamos, apura... Y me dí cuenta de lo que cabrea. Yo quería charlar con calma, tomarme mi cervecita, ir sin prisas, luego cenar, y sí, no recoger un plato hasta el día siguiente... Mi partenaire tenía puesta una sonrisa de ¿ves? .... y sí, lo ví, desde aquí digo que hasta que me vuelva a entrar el nervio, no lo voy a apurar... a ver lo que me dura!

5 comentarios:

Unknown dijo...

jajajaja.... PObrecito.... por que las mujeres seremos tan intesnas??
No, pues ojala te dure porque ya viste lo horrible que es....me hiciste sentir culpable, yo soy igual, prometo que esta noche no lo apuro...( a ver cuanto me dura) jaja.
Mi teoria es mas comprobada que nunca, cuando esperas lo peor, todo sale mejor!!!viste!!! que buen lunes!!!

London dijo...

jajaja, ¿como podemos ser asi? y digo podemos porque al igual que françoise, yo también lo hago!!! Y esto me hace replantearme la situación del madrugón mañanero. Cuando soy yo la que duerme que no me toquen ni un pelo por si me desvelo pero cuando soy yo la que se levanta no me muevo hasta que no me hayan echo mimitos, jajajaja. Que mala soy.

Y volviendo al tema, al final nos ponemos tan tremendistas que nos esperamos lo peor. Lo pasamos peor mientras llega que mientras pasa porque al fin y al cabo no era para tanto.

Muchos besos

PD: yo tambien pienso en mi bañito con la peque, es sofa calentito y calcetines orteras mientras vuelvo por la autovia.

coro dijo...

Fancoise: como siempre, me encanta comprobar que nos seguimos pareciendo jajajajja; hoy te digo que te apiades de tu bonito cuando vuelva... hoy estoy concienciada. Besos guapa.

Laia: jajaja, me encantó lo de los mimos mañaneros, no lo había pensado pero sí, también me pasa en cierto modo. En fín, así somos. Muchos besos también para tí.

Sonia Martín Mateo dijo...

Sí que es difícil ponerse en el lugar del otro, pero una vez hecho es más fácil no sólo la convivencia con la pareja, sino con el resto de los mortales. Pero eso son sólo palabras, el hacerlo es otra cosa. De todas formas, desde luego, hay que intentarlo. Pasito a paso. Un abrazo. Sonia

coro dijo...

Sonia: qué alegría leerte por aquí, lo de ponerse en el lugar del otro es una frase que me persigue desde siempre porque mi padre nos lo decía cada dos por tres, y ya ves, no le surtió todo el efecto deseado, en fin... aún así te digo que todavía me dura y desde el lunes, no lo he apurado ni un minutito... un abrazo también para tí.