Mi Himno de la Alegría.

Fui a trabajar oyendo la canción de Serrat “hoy puede ser un gran día”. Qué canción tan estupenda y qué real es.

Me la puse para seguirla y decirme como la canción, “plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo depende sólo de ti”. Hay días que son grandes días y no sabes muy por qué, pero todo está bien; hay otros, que son días pequeños, mucho a veces, y tampoco sabes la razón, todo parece estar al revés y no hay quien lo levante. Y luego hay otros días que no empiezas con buen pie pero consigues, no sin esfuerzo, enderezarlo, igual porque siguiendo con la letra, “date una oportunidad” y le echas sonrisas al mal humor y le pones al mal tiempo buena cara.

Hoy es uno de estos últimos: me levanté a las siete y media para que me diera tiempo a correr en la cinta una horita antes de ir a trabajar, estaba cruzada porque dormí más de la cuenta (cuando duermo más de ocho horas me ataco), y me daba mil patadas ponerme a correr; J. se puso el café y se olvidó de apagarlo y se fue por fuera de la maquinita… argggg, mi cabreo iba en aumento; total, que me puse los cascos con música lo más alto que mis oídos aguantaron y empecé a correr… cada canción me iba costando más, hasta que pasados los veinte primeros minutos, me empecé a relajar (este es el efecto que más me gusta de hacer deporte: me relaja) y a disfrutarlo… peeeero, cuando ya me iba, plof! recaída!: tenía un plan estupendo para el mediodía porque había quedado con Ñ. para comer y me iba a llevar a un sitio nuevo chulísimo en el que se come bien según me dijo y que no conozco; pero me llamó que no podía ser porque se encontraba mal, también lo dejamos para la semana próxima. Vaya, ahora que empezaba a animarme…

Y entonces fue cuando me metí en el coche y me puse esta canción… y me convencí de que, a pesar del mal humor mañanero, despistes varios, planes frustrados… “hoy puede ser un gran día, duro con él”, cómo no va a ser mi Himno de la Alegría…

Y “mañana también”…