2 años.

He conocido a muchas personas gracias a esto. Honestamente, sólo puedo estar agradecida porque muchas son muy interesantes. Hace dos años y tres días que empecé a escribir aquí; desde entonces ha venido mucha gente por raro que en su día me pareciera; hoy, básicamente, siguen llegando por recetas: la de lacón con grelos en olla exprés sobre todo, y después la de arroz con rape y el de berberechos (en verano, también las vacaciones de single que me he currao desde hace años hacen su agosto), y todavía me sorprende más, sí, porque, en efecto, este no es un blog de cocina y yo soy una buena cocinera en trámites; realmente, esto nació como tubo de escape, luego me gustó que lo leyera alguien y hoy me gusta que siga siendo así, aunque me sienta a veces algo rara y me de miedo parecerme a esa cantidad de blogegos superlativos que descubres a poco que investigas; claro que convertirme en una cursi irreductible también me da pavor, no puedo con los cursis impenitentes, y conste, tengo tendencia. En cualquier caso, en esto, como en todo, uno va aprendiendo y va llegando a la misma conclusión que en ese todo: realmente, no somos nada, no tengo ninguna duda, nada de nada. Y menos en el mundo 2.0, pues anda que no es grande.

Lo cierto es que a los dos años y tres días, quiero agradecer sus lecturas a todos los que han pasado y pasan por aquí, pero hoy, sobre todo, quiero agradecer a mis comentaristas más asiduas sus tiempos: casi al inicio descubrí a Françoise y me pareció digna de estudio, sí me enamoró su sensibilidad desde que la conocí; puedo parecer exagerada, pero desde entonces la llevo conmigo aquí clavadita, y no sólo por sus fotos. Y luego Laia, a la que sin causa aparente, digo por vidas diferentes, me unió su inmensa dulzura y sus niñas. Y Ainhoa, que enganché un algo de agosto con eso de qué bien se está de vacaciones!, y a la que sigo desde entonces. Alegría es reciente, me conquistó y no le puedo negar su mérito: no tenía un blog fácil para mi por la temática en un momento en que me estaba dedicando a los gastronómico-festivos y por el misterio que parecía guardar cada palabra, pero sí, me conquistó...Gracias a todas por venir, haya o no haya nada que comentar, gracias, de corazón.

Me quedan dos cosas por saber, una es dónde está Unaqueescribe que venía hace mil vidas sin decir ni mu pero igual me gustaba; su blog desapareció y nunca más pude volver a leer esa estupenda clasificación entre los que sí y los que no de algunas cosas que me hacía tanta gracia, me descubrió alguna canción genial y a Moli, a la que leo descojonada la mayoría de los días, además de leer los libros que recomienda que me dejan de todo menos risa. Por cierto, si algún día vinieras Una, o ex Una, manifiéstate, please. Y la segunda cosa, a quien llega desde Santiago de C., podías, ya puestos, decirme mu, me hace ilusión saber qué te parece lo que lees, incluido el lacón con grelos exprés, quedaría eternamente agradecida, no es preceptivo el informe, eh? es como en el procedimiento administrativo: facultativo y no vinculante. Que no me olvide de mi querida Su, que anda que no tendrá ella sus quehaceres complicados que aún deja su palabrita de ánimo aquí o por correo, colega: eres un sol.

Han transcurrido estos dos años, y no soy la que era, de esto tampoco tengo ninguna duda. Me faltan, me sobran. Eso sí, mi tintazo está en su copa dispuesto: va por ustedes. Lo dicho, http://www.goear.com/listen/9b3dc40/nada-de-nada-el-canto-del-loco