Sería feliz viviendo en una reunión al lado de una buena mesa, mejor menú, afrutado albariño- sagradotinto por turnos, y familia. Ajusto contenidos: padre/madre/hermanos/cuñada/sobrinos. Me vale también una buena mesa de amigos pero hoy ha sido familiar y tengo el listón muy alto.
Hace un par de semanas conté que me reuniría con todos pero la parte padres&niños no pudo venir así que desde hacía casi más de dos meses no los veía a todos juntos. Y uno puede pensar, pues júntate más... pero no es tan fácil. Somos muchas personas, planes, vidas, alegrías, penas, mil cosas. Nadie presiona, nadie pide, nadie pregunta y todos queremos vernos sólo cuando sea posible, no por obligación.
Hoy a mi padre se le pasó la centolla y no estaba todo lo buena que debía estar, se quedó algo fastidiado y, como todos los que cocinamos y preparamos un menú para mucha gente, lo entendí. Se va de viaje el martes por quince días, con los del imserso para todos, incerso para él: es tan, tan, tan, del sur que lleva viviendo fuera de su tierra, no sé, cuarenta y cinco años?, pues aún así todavía le cuesta poner una s repetida, le parece que tanta s no puede haber y rápidamente la cambia por c, pero su pertinaz seseo, a veces, le delata; hoy fue feliz pese a su centolla. Uno sabe cuando alguien de su absoluta confianza es feliz. Claro, también cuando no lo es. Yo es que sí sé a quién salgo, la verdad. Y me felicito por tenerlos.
viernes, 19 de marzo de 2010
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