No quería que se me pasase la primera semana de la primavera sin acordarme de la manera tan típicamente primaveral con que llegó: granizando modo XXL. Precioso verlo caer, preciso: lanzarlo... sin duda, al encargado de tirar pabajo estas auténticas bolas blancas que inundaron mi porche se le fue la mano, igual era su primer día, bien, si me leyera le diría que no se preocupase, disfrutamos, más mi compinche que no sabía si comérselas o directamente rodar sobre ellas.
Tampoco quería que pasase sin decir lo absurdo que encuentro contar aquí mis cosas; tengo cosas que contar, claro, como todo el mundo, pero esto de un blog de nada, ni de risa, ni de cocina, ni de viajes, no doy ideas, ni soluciones... son historias de una persona cualquiera, que vive una vida cualquiera, en un lugar cualquiera, no sé, no me extrañan los pocos lectores y menos aún comentadores. Los entiendo, cada vez soy más selectiva con lo que leo. También con lo que escribo.
La primavera llegó con poco cielo azul, igual es eso.
Claro que ya estaba el día de hoy para arreglarlo y una buenísima comida en el país vecino con unos amigos para rematarlo. Cambiar de idioma por unas horas sienta tan bien. Replantearse cosas, aún mejor. Ya sé qué hago aquí: nada. Qué alivio, chica.
2 comentarios:
Ah era eso, granizo!! Vi la foto en tu perfil y así en pequeño ni idea.
Tú ecribe lo que quieras guapa, cuando no nos interese dejaremos de leerte o quizá una entrada no la leamos, no vaya con nosotros, pero si a ti te vale, perfecto, no?
Por cierto, odio cuando se me ponen cables en las fotos de paisajes!! Y qué suerte que hoy sea fiesta, aunque no debería decir eso una parada...
Jajajaj, bueno las fiestas también las disfrutan las paradas, no? Pues eso, a disfrutar de la semana santa!
Me refería a cómo suena tener un blog para hablar sobre nada especial, a veces absurdo, me divierte, no lo dudo, pero no deja de ser un poco raro. En fin.
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