domingo, 31 de enero de 2010

Cosas veredes

Soy todo lo contrario a un buen cocinero: tengo 0 paciencia, me enfado si las cosas no me salen bien, pensar en limpiar cacharros me echa patrás y me alejan de la cocina y lo peor... no dispongo de todo el tiempo que me gustaría. Sólo me salva que me a-pa-sio-na la cocina, el buen comer, la materia prima de primera, el maridaje perfecto, el pan de acompañamiento 10...Me encanta cocinar a pesar de todos mis peros.
Todo esto me hizo pensar en simplificarme la mesa del día a día y por eso me acordé de lo que siempre leí, oí, me dijeron, de la thermomix, y se me ocurrió pedírselo a SSMM. Claro que, además de mala cocinera por mi carácter pocopropenso-a, siempre fui una escéptica de este mundo thermomixiano que parecía abducir a personas que hasta entonces había considerado lo suficientemente inteligentes como para sucumbir a encantos dudosos. Ay amiga, pero llegó a mi casa por obra y gracia de un Gaspar, algo entristecido por no oír mis habituales gritos del díaseis al ver mis sorpresas, que decidió que, aunque tarde, tenía un camello rezagado dispuesto a sacarme los colores. Prometí y prometí que mis regalos habían sido fantásticos pero no lo convencí.
Se obró el milagro: desde hace un par de semanas estoy absolutamente rendida a sus encantos, -amos porque mi in-law también anda flipao; soy thermomixiana...lo sé, no suena del todo bien, pero ahora sí me creo lo leído y me tengo que tragar mis "bah, como si un robot pudiera hacerlo/ bah como si pudiera sustituir a mis manos/bah que trocea/ bah que pesa/sí, sí, la, la..." básicamente, una tocapelotas al uso.
Y ahora, desde aquí, presento mis respetos a un aparatito que, no diría que ha cambiado mi vida porque lo mismo suena algo sectariano ( sectario me niego a ponerlo), evidentemente hablo desde el punto de vista cocinero, pero después de dos empanadas, de tres panes de tres tipos distintos, de empanadillas, de choquitos de la ría en su tinta, de salsa de tomate, de croquetas de lacóncongrelos, de pisto, de almejas a la marinera!!!!, de tarta de queso, de bizchochodeyogur, después de una merluza al vapor con ajada de escándalo... puedo decir que me he convertido. Fui hereje y lo reconozco.

4 comentarios:

Ainhoa dijo...

tú también? Yo me sigo resistiendo. Puede que algún día sucumba a sus encantos de tanto oir maravillas sobre el aparatito.

coro dijo...

Jajajjja Ainhoa, aléjate o caerás en sus redes!!!

antonio dijo...

Es mejor que la mía. Yo tengo el robot IBER. Hago cosillas: ayer hice mermelada de naranja para la temporada. No me acaban de convecer los picados de máquina.
Coro, si seleccionas buenas materias primas y te gusta disfrutar de la comida. Lo otro viene con el con el tiempo.
Estas maquinitas mas que para cocinar sirven para impresionar. Me gusta lo natural hecho con tiempo. No llego ni por asomo al soplete o al hirógeno.
Te lo cuento mientras acabo un adobo de jureles. Abrazos, cocinera.

Su dijo...

ja ja